....una enfermedad o no?
_Por primera vez, una
investigación ha medido la respuesta del cerebro ante imágenes sexuales en
personas que habían declarado tener problemas de hipersexualidad.
A diferencia
de lo que muchos esperaban, el resultado demuestra que la adicción al sexo no
es una enfermedad sino que está asociada a un alto nivel de deseo.
El tener deseos sexuales varias veces al día no es un
problema.
Es totalmente normal experimentarlos y es común que en algunas épocas
ese deseo aumente más de lo habitual.
Pero si tú o un ser querido pierden el
control cuando no logran satisfacer ese deseo, o si el pensar en el sexo afecta
su vida diaria, el trabajo, las relaciones y hasta su salud, entonces si
representa un problema.
Es lo que muchos llaman una “adicción al sexo”,
hipersexualidad o ninfomanía.
El por qué se produce esta adicción o si es similar a otras
adicciones como a las drogas, por ejemplo, todavía es motivo de estudio.
Y una
forma de diferenciar si se trata de un problema médico o sólo de un deseo
sexual elevado podría determinarse midiendo la respuesta del cerebro a los
estímulos que generan imágenes de contenido sexual en las personas que
reconocen que tienen problemas sexuales.
Por primera vez, unos investigadores del Instituto Semel de
Neurociencias y Comportamiento Humano de la Universidad de California en Los
ángeles (UCLA), Estados Unidos, han logrado medir el comportamiento del cerebro
en las personas hipersexuales, o sea, las que tienen dificultad para
controlarse cuando ven imágenes sexuales.
Ellos han determinado que la
respuesta del cerebro en esos casos no se relacionaba con la severidad de su
hipersexualidad.
Según los investigadores, si hubiera adicción al sexo, la
respuesta del cerebro a los estímulos sexuales visuales debería ser mucho
mayor, similar a la que experimentan los cerebros de las personas adictas a la
cocaína al ver a las imágenes de la droga, tal como se ha demostrado en varios
estudios.
_Para llegar a estos resultados, que fueron publicados en el
medio especializado Socioaffective Neuroscience and Psychology, los
investigadores evaluaron a 52 voluntarios, 39 hombres y 13 mujeres, de 18 a 39
años de edad, que habían reportado tener problemas para controlarse al mirar
unas imágenes sexuales.
Los investigadores les pidieron a los participantes que
completaran cuatro cuestionarios sobre diferentes temas, como su comportamiento
sexual, deseo sexual, compulsiones sexuales y posibles consecuencias negativas
que hayan sido producto de esos comportamientos.
Los resultados fueron muy
similares a los de aquellos catalogados como adictos al sexo.
Luego, los investigadores les hicieron electroencefalogramas
(EEG) a los participantes mientras éstos miraban una serie de fotografías que
fueron seleccionadas para evocar sensaciones agradables o desagradables, que
incluían cuerpos desmembrados, personas cocinando o esquiando y, por supuesto,
escenas de sexo, algunas románticas y otras de sexo explícito.
Un electroencefalograma es una técnica no invasiva que mide
las ondas del cerebro, es decir, la actividad eléctrica generada por las
neuronas cuando se comunican unas con otras.
En concreto, los investigadores
midieron las respuestas del cerebro que son el resultado directo de un evento
cognitivo específico.
_¿Qué buscaban con eso?
Detectar algo que se conoce como
respuesta P300, que es la respuesta del cerebro unos 300 milisegundos después
de que aparece cada imagen y se usa como medida básica en estudios de
neurociencia internacionales.
Específicamente, se considera que la respuesta
P300 es mayor cuando una persona se da cuenta de algo nuevo o que tiene un
interés especial para ella.
En este sentido, los investigadores esperaban que las
respuestas P300 a las imágenes sexuales fueran mayores, de modo que se
relacionaran con la hipersexualidad.
Sin embargo, los resultados no mostraron
tal asociación.
De este modo, lo resultados parecen coincidir con el hecho de
que la Asociación Americana de Psiquiatría haya excluido a la adicción al sexo
como un trastorno de la última edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de
los Trastornos Mentales (DSM 5), que es una guía que clasifica a los trastornos
mentales y establece diagnósticos y los asocia a ciertos códigos.
_Esto no implica que las personas que tienen problemas en su
vida cotidiana debido a impulsos relacionados al sexo que no pueden controlar
no necesiten ayuda. Por el contrario, proporciona información nueva para que
los especialistas puedan replantear y mejorar los tratamientos existentes.
Si
crees que tú o alguien a quien quieres tiene comportamientos sexuales excesivos
o compulsivos, no dejes de buscar asesoramiento de un profesional calificado.
por Doctora Aliza
Imagen © iStockphoto.com / mahesh14
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