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..... en el ojo del huracán

Un estudio canadiense realizado durante 25 años ha puesto en
tela de juicio la efectividad de las mamografías como herramienta para reducir
la tasa de mortalidad por cáncer de mama. De acuerdo al estudio, la mamografía
no resultó ser más efectiva que el examen físico y el autoexamen. Además, esta
investigación encontró que el 22% de los casos de cáncer de mama encontrados
por medio de mamografía, fueron “sobre diagnosticados” es decir, que no
provocarían síntomas en la paciente, y mucho menos su muerte.
Según datos de la Sociedad Americana contra el Cáncer, el
cáncer de mama (cáncer de seno) es la segunda causa de muerte por cáncer en las
mujeres, superado sólo por el cáncer del pulmón. Las probabilidades de que una
mujer muera de cáncer del seno son de 1 en 36, pero gracias a las campañas de
concientización y la detección temprana a través del autoexamen y la mamografía
o mamograma, este número se ha ido reduciendo.
La mamografía ha sido recomendada por años como un examen
necesario y rutinario que debe realizarse anualmente en las mujeres de 40 años
y más, o en las más jóvenes cuando tienen componentes genéticos de cáncer del
seno. Sin embargo, la frecuencia con la que deben hacerse las mamografías ha
sido puesta en tela de juicio y más recientemente su efectividad para reducir
la mortalidad por cáncer de mama.
Por primera vez, un estudio a gran escala habla enfáticamente
de que la mamografía anual no reduce el índice de mortalidad por cáncer de
mama. Esta investigación, realizada por unos especialistas de la Universidad de
Toronto (en Canadá), durante 25 años entre más de 90,000 mujeres, ha causado
bastante controversia.
Para el estudio, los especialistas canadienses dividieron a
las participantes en dos grupos: al primero se le asignó hacerse el examen
anual de mamografía, y al segundo no. De acuerdo con los resultados, el número
de muertes por cáncer del seno que se presentaron durante los 25 años del estudio,
fue casi el mismo.
Aquellas mujeres que participaron en el grupo de la
mamografía, tuvieron un total de cinco (una por año durante cinco años). Además
a las mujeres de ese grupo entre 40 y 49 años y a todas las mujeres
participantes entre los 50 y 59 años se les hizo un examen físico anual. Las mujeres entre 40 y 49 años que
participaron en el grupo que no se hizo la mamografía tuvieron sólo un examen
físico anual con el cuidado correspondiente de acuerdo a los hallazgos.
Los resultados, al cabo de 25 años, indicaron que 3,250
mujeres del grupo que se hizo la mamografía fueron diagnosticadas con cáncer
del seno comparado con 3,133 en el grupo que no se hizo la mamografía anual.
Luego del diagnóstico, 500 mujeres del grupo de la mamografía y 505 del grupo
que no se hizo la mamografía, fallecieron.
El estudio, publicado en la revista British Medical Journal,
también encontró que el 22 por ciento de los casos de cáncer de mama fueron
sobre diagnosticados. Esto quiere decir que no causan síntomas ni implican un
riesgo para la vida de la paciente. Para los investigadores, el tratamiento
agresivo contra el cáncer en mujeres que no lo necesitan, puede poner en riesgo
su salud, pues no son invasivos y en ocasiones desaparecen solos.
Además, los especialistas canadienses recomiendan que teniendo
en cuenta estos resultados se evalúe bien de cerca la necesidad de hacer
mamografías anuales ya que no demuestra ser más efectiva para diagnosticar
cáncer del seno que un examen físico.
No obstante, la controversia radica en que varios
especialistas en otros lugares del mundo consideran que el estudio tiene muchas
fallas y puede llevar a que muchas mujeres se abstengan de hacerse un examen
que tiene la posibilidad de salvarles la vida.
Para el jefe de control de cáncer de la Sociedad Americana de
Cáncer, el doctor Richard Wender, un panel de expertos analizará dicho estudio
para saber si es necesario cambiar las recomendaciones respecto a las
mamografías.
Sin embargo, añadió que datos de estudios anteriores han
demostrado que la mamografía reduce la tasa de mortalidad por cáncer del seno
en, al menos, un 15 por ciento en las mujeres de 40 años y mínimo, un 20 por
ciento en aquellas mayores de 50.
El debate está en pleno y por ahora no se harán cambios en la
recomendación de la malograría cada dos años para las mujeres de los 40 a los
50 años y cada año de los 50 años en adelante. Si tienes dudas, o hay
antecedentes de cáncer del seno en tu familia consulta a tu médico. Sin duda,
mientras esta controversia se resuelve, es importante que sigas practicándote
tu autoexamen, que visites al médico por lo menos una vez al año para exámenes
de rutina y que sigas sus recomendaciones en cuanto a someterte a una
mamografía para detección temprana del cáncer de mama en tu caso particular.
por Doctora Aliza • 05 de marzo de 2014
Publicado en: Cáncer, Mujeres y Belleza
Imagen © Thinkstock / John Foxx
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