Después de un
infarto, a las mujeres les va peor que a los hombres
Las mujeres de
origen hispano son las más afectadas
La Asociación
Americana del Corazón no tiene muy buenas noticias para las mujeres: aquellas
que sufren un infarto antes de los 55 años y lo sobreviven, se enfrentan a
condiciones de salud y de vida peores que los hombres. Lo anterior se suma a un
informe previo que afirma que las mujeres de origen hispano tienen muchas más
probabilidades de morir a consecuencia de un infarto que los hombres o que las
mujeres de otros grupos étnicos.
Según datos de los Centros para el
Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), alrededor
de 720,000 personas sufren un ataque
al corazón (infarto)
cada año en los Estados Unidos. Por suerte, decenas de miles lo sobreviven y
pueden reintegrarse a una vida normal, como indica la Asociación Americana del
Corazón. Sin embargo, no a todos los sobrevivientes les va igual.
Unos informes nuevos presentados en
las Sesiones Científicas del 2014 acerca de la Calidad de la Atención y los
Resultados Investigativos de la Asociación Americana del Corazón, indican que a
las mujeres que sufren un infarto antes de los 55 años les va peor que a los
hombres. Los investigadores llegaron a esta conclusión tras revisar las
entrevistas e historias clínicas de 3,501 personas (67 por ciento de estas
mujeres) que sufrieron un infarto en los Estados Unidos y España entre el 2008
y el 2010. Un año después del evento, las mujeres tenían más probabilidades que
los hombres de tener las siguientes condiciones:
Tanto funcionamiento físico como
mental más deficientes
Peor calidad de vida
Más dolor en el pecho
Peores limitaciones físicas
La doctora Rachel P. Dreyer, autora principal del estudio,
explica cuáles son los factores de riesgo previos al infarto que hacen que la
salud y calidad de vida sean peor en el caso de las mujeres. En su mayoría se
debe a dolor en el pecho ignorado o sin detectar, dificultades de acceso a la
atención médica y un aumento en las responsabilidades laborales y de la vida
diaria que repercuten negativamente en el estado de salud. Y agrega que los
resultados del estudio sin duda servirán para desarrollar tratamientos
específicamente diseñados para mejorar la recuperación de este grupo de mujeres
después de un infarto.
Pero el género no es el único factor
que funciona en contra de las mujeres más jóvenes, la procedencia étnica
también lo es. En las Sesiones Científicas del 2013 la Asociación Americana del
Corazón ya había advertido que las mujeres de origen hispano se enfrentan a un
riesgo mayor de morir en un hospital después de sufrir un ataque al corazón que
las mujeres blancas o los hombres. Además, tienen mayores probabilidades de
sufrir otras condiciones coexistentes como la diabetes y menos probabilidades
de recibir intervenciones coronarias percutáneas o cirugía de revascularización
coronaria (“bypass”)
que los grupos anteriores.
Las mujeres de
origen hispano son las más afectadas
Las mujeres latinas deben también
saber que aunque el dolor en el pecho es el síntoma típico de un ataque al
corazón o un infarto, una de cada cinco mujeres menores de 55 años no lo
experimentan al sufrir un infarto, según los resultados de un estudio publicado
el pasado año en JAMA Internal Medicine y realizado por el Instituto de
Investigaciones del McGill University Health Center (RI-MUHC). El estudio encontró además que por esta causa las
mujeres tienen mayores probabilidades que los hombres de que no se les
diagnostique adecuadamente al llegar a las salas de emergencias y por lo tanto,
tienen mayor peligro de muerte.
No queremos que suceda, pero para que
no te tome por sorpresa y puedas actuar a tiempo, te recordamos aquí las
señales del aviso de un infarto o ataque al corazón:
Dolor o malestar en el centro del
pecho. Se siente una presión o dolor ligero en el centro del pecho que dura
algunos minutos. La incomodidad puede ser intermitente
Dolor o malestar en otras áreas de la
parte superior del cuerpo, como brazos, cuello, espalda, mandíbula o estómago
(se puede experimentar estas molestias sin dolor en el pecho)
Falta de aire
Dolor en el estómago que puede
extenderse hasta el abdomen o confundirse con los síntomas de acidez estomacal
Sudoración repentina. La piel se
siente fría y pegajosa
Náuseas y/o vómitos
Ansiedad
Mareos o sensación de desmayo
En el caso de las mujeres, los
síntomas más frecuentes suelen ser la sensación de ahogo, la ansiedad, un
cansancio o fatiga profundos y sin causa aparente que puede durar días, más las
náuseas y los vómitos. Las mujeres son dos veces más propensas que los hombres
a experimentar náuseas y vómitos, así como la acidez o sensación de indigestión
durante un ataque cardíaco. Pero como estos síntomas pueden confundirse con
otras enfermedades, las mujeres demoran más tiempo que los hombres en buscar
atención médica de inmediato.
Después de un infarto, tanto los
hombres como las mujeres, deben hacer todo lo posible por prevenir un segundo
ataque y mantenerse lo más saludables posible. Hay varias pasos que se pueden
seguir:
Tomar los medicamentos indicados por
el cardiólogo, en las dosis y las frecuencias indicadas.
Visitar regularmente al especialista
o al médico primario para monitorear de cerca el estado de salud
Hacer los cambios necesarios en el
estilo de vida
Entre esos cambios se encuentran:
Dejar de fumar
Reducir el nivel de colesterol en la
sangre
Controlar la presión arterial
Mantener la diabetes bajo control
Hacer ejercicio regularmente
Perder peso y mantener un peso sano
Seguir una dieta baja en grasa, en
alimentos procesados y limitar la sal
Desde luego, lo ideal, es evitar que
suceda un infarto. Realiza cambios en tu estilo de vida para ayudar a la salud
de tu corazón y recuerda las señales que podrían indicar algún problema. Así
podrás pedir y recibir ayuda con rapidez y, de esta forma, aumentar las
probabilidades de sobrevivir un ataque al corazón, independientemente de tu
género o procedencia étnica.
Imagen © Thinkstock / zaganDesign
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