¿Es más peligrosa la
delgadez extrema que la obesidad o el exceso de peso?
Los extremos no son
sanos
Estamos tan
obsesionados con la obesidad y el exceso de peso, que se nos olvida que el
extremo opuesto, la delgadez extrema, también tiene riesgos. Aquí te contamos
los peligros a los que se exponen las personas cuyo peso está por debajo del
peso saludable. Como siempre repetimos, los extremos no son sanos.
Los que viven perennemente a dieta
sueñan con cuerpos de modelos, delgados hasta los huesos. Esa es la imagen que
muchas veces nos inculcan los medios, pero está muy alejada del ideal de lo que
es saludable. Las personas demasiado delgadas o con delgadez extrema, tanto los
hombres como las mujeres, están en peligro de desarrollar una serie de
problemas.
Este fue el caso de Laura. Siempre
había sido delgada, y sus amigas la envidiaban porque, sin importar lo que
comiera, seguía usando la misma talla de jeans. Pero cuando notó que en vez de quedarle bien entallados,
los jeans
le bailaban en el cuerpo, empezó a preocuparse. Una visita al médico demostró
que su índice de masa corporal estaba por debajo de lo normal, un indicio de
delgadez extrema o anormal. Los análisis de sangre revelaron que padecía de hipertiroidismo, y con el tratamiento adecuado pudo
normalizar su peso… y su salud.
¿Cómo puedes asegurarte de si a ti te
falta (o te sobra) peso? Lo primero es que averigües tu índice de masa corporal
(IMC) Este número se calcula conociendo tu altura y tu peso . Esta cifra no
sólo es muy útil para tu médico, sino que distintas agencias de salud pública,
como La Organización Mundial de la Salud (OMS), la usan para definir los
límites de la obesidad en la población.
Un IMC normal está entre 18.5 y 24.9.
Si es de 25 o más, tienes sobrepeso; si es menos de 18.5, te falta peso. En
cualquiera de los dos casos, es muy importante que tomes medidas.
Si quieres averiguar cuál es tu IMC,
sigue la fórmula que explicamos en
esta nota previa de vida y salud. Para calcularlo necesitas conocer tu altura y tu peso en
este momento y realizar unos sencillos cálculos matemáticos. Hazlo ahora mismo
y sal de dudas.
¿Por qué la falta de
peso perjudica tu salud?
Todo el mundo sabe por qué la
obesidad
es mala, pero muchos desconocen que la delgadez extrema también puede causar
muchos problemas de salud. Si estás demasiado delgado(a), es probable que no
recibas las sustancias esenciales para que tu cuerpo pueda desarrollarse y
funcionar apropiadamente. Eso se podría traducir en lo siguiente:
Los extremos no son
sanos
Tus huesos podrían debilitarse por la
falta del calcio y otros minerales. Se van deteriorando, y con el tiempo se
aumenta el riesgo de osteoporosis.
Si te falta de hierro podrías
desarrollar anemia (significa reducción en el número de
glóbulos rojos), lo que te causaría constantemente cansancio y hasta
aletargamiento. Otros síntomas de la anemia incluyen palpitaciones,
irritabilidad, falta de aire, mareo y dolores de cabeza.
La misma falta de nutrientes podría
impedir que tu sistema inmunológico funcione al cien por ciento. Por ejemplo,
tu cuerpo necesita proteína para crear glóbulos blancos y anticuerpos, que
combaten las infecciones y evitan que te enfermes. Si no recibieras suficientes
proteínas, podrías enfermarte con mayor frecuencia y más severidad de lo
normal.
Si eres mujer, podrías tener
menstruaciones irregulares o se te podrían desaparecer por completo, lo que
perjudicaría tu fertilidad. No sólo sería más difícil que concibieras, sino
también que pudieras llevar tu embarazo a término.
Si eres hombre, estarías más propenso
a tener disfunción sexual, sexo doloroso y problemas de eyaculación.
La falta de nutrientes puede causar
desbalances en el corazón aumentando el riesgo de desarrollar trastornos del
ritmo (arritmias), falla cardiaca (insuficiencia cardiaca), puede aumentar la
probabilidad de un ataque
al corazón
y hasta de un paro cardíaco.
Si quieres subir de
peso, ¡no comas cualquier cosa!
Debes consumir más calorías para
subir de peso, pero es
importante que sigas una dieta nutritiva y balanceada. No trates de engordar a base de
dulces, refrescos carbonatados, comida chatarra y otros alimentos llenos de
calorías poco nutritivas, azúcar y grasas saturadas. Estos alimentos aumentan
tu grasa corporal, no tu masa corporal. En vez de esto:
Usa como base de tu alimentación
carbohidratos como pasta y arroz integrales, papas y granos de varios tipos.
Come a diario cinco porciones de
frutas y vegetales.
Obtén la proteína de distintos tipos
de carne, pescado, frijoles (habichuelas o porotos) y legumbres.
Consume tres porciones de calcio al
día. Una porción es, por ejemplo, un vaso de leche de 190 ml, un yogur o un
pedazo de queso del tamaño de una caja de fósforos.
Evita las grasas saturadas que se
encuentran en las carnes procesadas, los pasteles, las tortas y los panecillos.
Otras sugerencias
para tu dieta
En el desayuno: cereal con pasas o frutas secas
picadas, o un huevo en una tostada.
En la merienda: un jugo o un batido de fruta. O una
tostada con mantequilla de maní.
De postre: un yogur de fruta o un budín a base
de leche (como el de arroz).
A cualquier hora: almendras o nueces de todo tipo (de
preferencia sin sal) cada vez que tengas hambre. Estos alimentos tienen alto
contenido en grasa no saturada.
En todo caso, antes de empezar una
dieta por tu cuenta, ve al médico para hacerte un examen completo. Es posible
que tu delgadez extrema se deba no a una mala alimentación, sino a un problema
de salud, como en el caso de Laura. Y si es así, la forma más fácil y más
efectiva de resolver el problema es combatirlo con el tratamiento y los
medicamentos adecuados.
Imagen © Thinkstock / Rossella Apostoli
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